Situación
Las primeras sesiones con un niño/a o joven son apasionantes. Consisten en el conocimiento mutuo de alguien desconocido hasta entonces. Con muchas cosas muy diferentes y otras muy parecidas. Es el inicio de la construcción del vínculo entre las dos personas, en igualdad de condiciones. Es descubrirnos poco a poco, y sentirnos seguras y valoradas.
Tenéis que tener presente que los vínculos interpersonales no se construyen en un día. Por lo tanto, no os desaniméis si notáis a vuestro/a mentorado/a un poco frío y distante durante las primeras sesiones, o si os veis a vosotras mismas más reservadas de lo habitual. Es normal que nos mostremos más introvertidas al principio. Las dos somos desconocidas para la otra. No hay que pensar que se trata de una cosa personal hacia nosotras ni cuestionarnos como mentoras. Es cuestión de tiempo que el vínculo se fortalezca y que podamos disfrutar plenamente de los ratos que pasamos conjuntamente. Recordemos que los vínculos se cuecen a fuego lento.
Finalidad
El acompañamiento individual que vamos a empezar consiste en favorecer el desarrollo global del niño/a o joven; no solo a nivel académico. Durante las primeras sesiones se trata de construir y establecer un vínculo, un primer contacto, con la finalidad de crear una relación de confianza basada en el diálogo, la riqueza del intercambio y el tiempo compartido. Entonces, podrás evaluar las necesidades y expectativas de tu mentorado/a y proponerte los objetivos educativos de vuestra mentoría para poder exprimir al máximo la experiencia. No siempre podemos conseguir todo lo que nos gustaría a través de la mentoría, pero tener una idea de qué cosas creemos que nuestro tándem debería trabajar en el marco del proyecto nos puede servir de inspiración a la hora de proponer distintas actividades y, al mismo tiempo, construir con él o ella un acompañamiento verdaderamente individualizado. El objetivo de este acompañamiento es trabajar la autoestima de los tándems, la motivación por aprender así como fomentar la autonomía del niño/a o joven en vez de crear una relación de dependencia; es decir, se trata de que el niño/a joven pueda extraer del tándem una serie de aprendizajes y recursos que pueda utilizar de forma independiente una vez finalizado el tándem.
Algunas pistas:
- No dudes en hablar con tu referente de AFEV. Quizás podrás intercambiar cómo has vivido estas primeras sesiones con antiguos voluntarios. Coméntalo también con otros mentores y mentoras del grupo.
- Al principio, intenta interesarte por lo que el niño/a o joven piensa dentro y fuera de la escuela: qué le parece la escuela o el instituto, cuáles son sus intereses (qué se la da bien, qué le gusta, qué hace, qué le gustaría hacer…).
- Intenta observar cómo se organiza a la hora de hacer los deberes y estudiar, qué medios tiene a su disposición (sala para hacer los deberes, calma, dispositivos, etc.). Pregúntale acerca de sus conocimientos, la movilidad, cómo ve su barrio, la ciudad, etc.
- Ten claras tus expectativas, las de tu tándem y las de la familia en el marco de este acompañamiento.
- Comenta todo esto con tu referente de AFEV, cómo ha ido, si ha habido algún problema, cómo te sientes… Si ha ido bien, a tu referente le alegrará saberlo; si no ha ido bien, podrá echarte una mano. Puedes contarle qué necesidades o carencias tiene vuestro tándem o tú misma i así el referente podrá orientarte con los diferentes recursos.
Cosas que podéis hacer durante las primeras sesiones
- El primer día, si os cuadra, puede resultar interesante ir a dar una vuelta por el barrio del niño/a o joven y que os enseñe con sus ojos el barrio donde habita. Dónde está su escuela o IES, dónde está el parque donde le gusta jugar, por dónde vive, dónde le ha pasado algo emocionante, dónde compra su familia normalmente, etc. Es una forma para que ellos tomen protagonismo y mediante el paseo y lo que os vayan contando os empecéis a conocer de forma fácil y fruida.
- Otra idea para realizar el primer o el segundo día de tándem es hacer una lista de actividades que os gustaría hacer durante los días de los acompañamientos a lo largo del curso, tanto dentro como fuera del barrio, y tanto a vosotras como mentores como a ellos como mentorados. Aprovechad para preguntar a vuestro tándem en qué cosas podéis ayudarlos o cómo podéis aprovechar estas 2 horas a la semana hasta fin de curso. Podéis hacer una ficha, que según la edad puede ser escrita o dibujada, e ir comentando y opinando sobre:
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- Nombre y/o mote
- Día y mes de aniversario
- Comida favorita
- Mis personas favoritas
- Playlist favorita de música
- ¿Qué quiero hacer cuando sea mayor?
- ¿Qué quiero hacer los días de tándem?
- ¿Qué cosas me molestan?
- ¿Qué cosas me gustan mucho?
- ¿A qué juegos me gusta más jugar?
- … etc etc etc!
Después, podéis intercambiar las fichas y así sabréis muchas cosas el uno del otro.
- De las dos horas de acompañamiento, es importante que por lo menos la primera hora aproximadamente estéis a solas, para ir así construyendo vuestro vínculo. Podéis aprovechar para dar una vuelta por el barrio y preguntaros cómo os ha ido la semana, detectar cómo estáis ambos anímicamente, si ha habido algún problema o situación especial durante la semana y acordar mínimamente lo que queréis hacer hoy (si no teníais ningún plan pensado).
Otras cosas que podéis hacer
- Jugar a un juego de mesa, si los hay en vuestro punto de encuentro, e ir charlando para hacer que la conversación sea más informal y dinámica y que no de sensación de interrogatorio.
- Mirar juntos un plano de la ciudad y ver dónde le gustaría ir, dónde ya ha ido (barrios, sitios, parques, edificios, museos, etc.). Y compartir vuestras opiniones al respecto (a mí también me gustaría, no lo conozco, he estado y me ha gustado, etc.).
- Si tenéis conexión a Internet, consultar la agenda cultural del mes de AFEV y ver si hay alguna actividad que a los dos os gustaría hacer.
- Traer una libreta que sea un objeto compartido para los dos: una semana se la puede llevar uno y poner un acertijo, un escrito, un sudoku, etc. Y la siguiente semana se lo lleva el otro, resuelve o responde lo que le ha escrito su tándem y también escribe o dibuja algo nuevo. El primer día se puede presentar la libreta, explicar cómo funciona, decorarla, acordar las normas que tendrá, etc.
- Es también muy recomendable buscar e ir a la biblioteca del barrio, e investigar si tienen el carné hecho. Si no lo tienen, preguntar qué cosas se necesitan para hacerlo y la siguiente semana podéis traer lo necesario y hacerle el carné para que así la biblioteca sea un sitio dónde ir, juntos o separados, y coger un hábito positivo.
Preguntas para plantearse
- Antes de la primera sesión: ¿por qué escogí participar en este proyecto? Si estuviera en la piel del niño/a o joven, ¿cómo reaccionaría?
- Después de la primera sesión: ¿qué hemos hecho? ¿cómo ha ido? ¿cómo me he sentido? ¿qué haremos? ¿cómo lo haremos? ¿hacia dónde voy a orientar mi acompañamiento? ¿cuál es mi papel en su entorno?
La postura más recomendable
El acompañamiento individual es un tiempo de conocimiento mutuo que va a evolucionar a medida que avancen las sesiones. En un inicio, podéis intercambiar qué esperáis del tándem: vuestras expectativas, por qué os gustaría hacer tándem (las mentoras podéis explicar que sois voluntarias y qué os ha motivado a formar parte del proyecto), qué esperáis del tándem, etc. Es un buen momento para intercambiar cómo pensáis que va a funcionar el tándem y hablar de aspectos como el calendario, las vacaciones, qué pasa si un día alguna de las dos no puede hacer tándem, si llegamos tarde…
Es también importante que nos pongamos en la piel de nuestro tándem: si a nosotros nos intimida, imaginad a él o ella… Podemos preguntarle si sabe por qué se le propone un acompañamiento (¡algunos ven el tándem como un castigo y no como una oportunidad!) y podemos también explicarles que alguien que ya trabaja con él o ella o su familia han pensado que este espacio sería muy positivo para ellos. La ayuda que vas a aportarle a tu tándem es importante y se basa, sobre todo, en el aspecto emocional. Si por alguna razón no te sientes a gusto, no dudes en hablar con tu referente de AFEV.
Pero, muy importante
No se trata de hacer un interrogatorio, sino de empezar a conocerse y saber las opiniones del otro. Durante el resto de sesiones podrás profundizar en tus conocimientos sobre el niño/a o joven y puede que conocer mejor su idea de la escuela gracias a charlas informales sobre, por ejemplo, los profesores, los compañeros de clase, el curso, etc. No es grave si el primer día os resulta un poco duro. Ambos necesitáis superar la timidez y esto se hace de forma progresiva. No dudes en hablar con la familia sobre la forma en que quieres llevar a cabo el acompañamiento… Y darles un retorno positivo de su hijo/a.
Recursos
- Tu referente de AFEV y los recursos que puede proporcionarte.
- Las formaciones (es obligatorio asisitir).
- Los antiguos voluntarios/as u otros compañeros/as que hagan mentoría (habla con tu referente de AFEV).
- El grupo de WhatsApp de AFEV de tu territorio y el testimonio de otros voluntarios.
- En los centros municipales y/o equipamientos trabajan profesionales que pueden guiarte sobre actividades, recursos, etc.
Otros recursos
Fichas para organizar diferentes actividades o con ideas para realizar tu acompañamiento: visita la acompañateca.